Thursday, September 3, 2009

Evolución Cotidiana

Los seres vivos permanecemos en constante evolución ya sea físico, mental o de habitar. Esto indica que cotidianamente, entendido este término como lo rutinario, lo común, que la filosofa Agnes Heller define en su libro Every Day Life, como "el conjunto de actividades que caracterizan la reproducción de los hombres particulares, los cuales, a su vez, crean la posibilidad de la reproducción social",(1) vivimos un continuo cambio, pero ¿somos consientes de esta diaria evolución? ¿Podemos darnos cuenta de nuestros cambios como especie? El hombre contemporáneo está permanentemente rodeado de excesos de información que bloquean su capacidad de análisis, es dependiente del transcurso del tiempo y su lucha contra las horas será siempre una batalla perdida. El hombre está ahora supeditado por los artificios que él mismo ha creado y que ahora son parte de su naturaleza para subsistir como ser vivo, que le inducen necesidades, pero que al mismo tiempo han impedido que el hombre se dé cuenta de lo que le sucede a diario. ¿Cómo podemos saber si nuestra cotidianidad se basa en un avance (o retroceso) individual o colectivo? Los seres vivos y el entorno no vivo son sistemas independientes pero en constante interacción y unión. Es decir que lo cotidiano no hace referencia a un solo individuo, sino a su existencia como un ser colectivo que debe convivir con los demás seres que cohabitan con él. Este es uno de los secretos revelados por nuestros genes proponiendo, como antiguamente lo propuso Darwin a partir de su intuición, un mundo natural conectado de alguna manera con todo lo demás. Lynn Margulis propone una división de la bacteria dentro de la célula produciendo una nueva forma de vida en sociedad, los seres vivos, al interactuar, nos convertimos en un solo individuo, que como lo indica el término, es un sistema que no se puede dividir.(2) Pero si los objetos creados por el hombre son entonces parte del, ¿por qué hemos llegado al punto de depender totalmente de la tecnología? ¿Es esta una entidad que se separó de la artificialidad natural del hombre para invertir los papeles y hacernos vivir en torno suyo?


Todos estos cuestionamientos nos llevan a identificar un cambio tanto en las actividades como en las formas de actuar del ser humano, ya que este ahora debe adaptarse a su propio artificio para poder sobrevivir; quien no puede seguir el ritmo tecnológico actual, no es parte de una sociedad progresista. Esta afirmación nos lleva a analizar la evolución cotidiana del ser humano y a cuestionarla como una evolución progresista (que va hacia adelante), ya que fue capaz, gracias a sus facultades racionales, de crear herramientas tan poderosas como lo son el computador, la internet, las nano tecnologías, etc, pero también se estanco en su evolución física ya que se ha traducido en lógica, no en inteligencia moral, y sólo se preocupa por desarrollar nuevos medios, nuevas maquinas que le proporcionen más comodidad, o como equivocadamente se expresa, mejor calidad de vida. ¿Es posible entonces plantear la evolución por medio de un retroceso? ¿De una no-dependencia tecnológica? Es factible, pero antes debemos devolvernos, recordar nuestra memoria que hemos perdido por falta de uso. La recolección de información, que muchas veces es basura, ha producido el desequilibrio del ser humano con su entorno y lo que debemos hacer es cultivar nuestro intelecto ya que nuestro desarrollo se traduce entonces a un estado de conciencia mental más que a un adelanto material; El hombre trabaja para la evolución de la tecnología, pero no para su propia evolución.


(1) Agnes H. (1987) Sociología de la vida cotidiana, Barcelona, Península

(2) Lynn Margulis, Predicciones, pg 202

Lukas Gutiérrez
Rafael Corrales
Andrea Giraldo

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